miércoles, 16 de junio de 2010

Poesía

Estoy frustrada. Lo juro. Todos los blogs que veo tienen unos diseños chulísimos y yo, por más vueltas que le doy, no consigo que éste me guste. A lo mejor es por eso que no le hago mucho caso. El de Conchita me encanta. Pero debo de ser torpe de..., bueno, de eso, porque mira que lo intento y nada. No hay remedio.
Hablando del cole:

Esta mañana he cerrado definitivamente los libros. Agotada de intentar explicar las decenas y las unidades he colgado el catecismo Santillana y nos hemos dedicado a comprar y vender con unos euros de mentirijilla. Y después hemos estado más de una hora recitando poesías. Es que les encanta salir al escenario y que luego les aplaudan los demás. Son poesías fáciles, con mucha música y mucha rima, que al principio dicen salmodiando pero al final recitan con mucho ímpetu. De verdad que es para oírlos. He pensado, en el frenesí de final de curso, que como no tengo suficiente trabajo con las evaluaciones y todo el papeleo, les voy a regalar un librito con todas las poesías que hemos leído y aprendido durante el curso. Y con unos acrósticos que hicimos en clase entre todos que quedaron muy bonitos. La idea (del libro, no del acróstico) me la dio Marta Zafrilla en unas jornadas de Lengua y Literatura. Así que ahora me toca pelear también con el publisher, que no es poco.
Espero que quede bonito para poder presumir de ello en la red, siempre que consiga incluirlo en el blog, ya veremos.

martes, 15 de junio de 2010

Estoy segura que la comisión del concurso de traslados me ha castigado por no cumplir mi promesa. Resulta que no todo acaba cuando apruebas la oposición. No. Después tienes que ir a un acto de adjudicación para que te den a saber dónde Tienes que rellenar una lista de trescientos colegios para el concurso. Luego hacer una memoria de prácticas (¿alguien se las lee?). Pero lo peor, lo peor de todo, es la ansiedad de esperar a que salga el concurso de traslados, que, por cierto, viene saliendo desde hace un mes casi todos los días. ¿Y todo para qué? Para nada, porque el cosmos me ha castigado por no seguir con mi blog y no tengo destino. Así que vuelta a empezar el acojone (con perdón).
Oye, y a todo el mundo le parece lo mejor que no me hayan dado, pero yo pienso (dejando a un lado lo positivo) que ya me hubiera quitado un mareo, y de los grandes.
En fin, que ahora, no sé si hacer una especie de resumen de mi año para tener algo de suerte en la adjudicación, o dejarlo definitivamente ya que según todos me ha sido tan favorable la fortuna con ello. ¿Dependerá mi suerte de un blog?
A ver si mañana lo tengo más claro.

martes, 24 de noviembre de 2009

Sé que parece que tengo el blog un poco abandonado... Es verdad, me falta tiempo e internet en casa, todo hay que decirlo. Quiero publicar los trabajos que hemos hecho en clase y lo que preparamos para Navidad. Prometo que no pasará del martes que viene.
Palabra de funcionaria en prácticas agobiadísima con el concurso de traslados.

jueves, 12 de noviembre de 2009

ALUMNOS DE IDA Y VUELTA

No llega a tres meses de clase, y ya he tenido que cambiar la lista de alumnos como veintisiete veces, bueno 27 no, pero unas cuantas, ya veréis. Empecé con quince niños, una se marchó a Ecuador, no me quedan más que... (vaya, me encantaría hacerlo rimando pero no me sale), catorce. Vino un marroquí, quince otra vez. Ja! pero se marchó enseguida, después de que le preparara un montón de trabajo porque no sabía hablar español y me propuse enseñarle. Se marchó a Marruecos, y por el camino tuvo que cruzarse con el otro que vino (anda, esto sí ha rimado). Mas el trabajo no me valía, pues éste español sí que sabía (JA JA). No me duró mucho el segundo musulmán tampoco. Hace dos semanas que no aparece. Pero aburrida no estoy, pues tengo dos alumnos nuevos más, otra niña que marchó a Ecuador en febrero y vuelve ahora, y a mi Samuelito (lo llamamos Samuelito porque es de Camerún y nos hace ilusión pensar que es primo de Etoo). Total, ¿cuántas listas nuevas van ya? Tengo el cuaderno de tutoría hecho una..., un desastre, todo lleno de tachones, así no hay quien pregone limpieza y pulcritud en sus cuadernos. Y que me decís de ellos, cada uno viene con un nivel, creo que soy la que más fotocopias hace de todo el colegio, y tengo una pila de encuadernaciones en mi mesa, una para cada uno. Van a necesitar apoyo lo únicos cuatro que llevan un nivel normal, para no quedarse atrasados.
En fin, de todas formas estoy contenta, porque este año, el Belén de mi clase va a tener a una Baltasar auténtico, nada de usar betún. Quien no se consuela es porque no quiere.

viernes, 23 de octubre de 2009

PROBAR EL CUERO


Trabajando en Conocimiento del Medio el tema de los sentidos, empezamos a hablar en clase del tacto y de todo lo que podemos sentir a través de la piel. Todos dijeron el frío y el calor. A otro se le ocurrió el dolor. Sí, dije yo, el dolor lo sentimos por todo el cuerpo, si nos caemos nos puede doler el pie, la mano, la rodilla…, también nos duele el estómago… ¡Por todas partes! Pensé que la lección me había quedado redonda, hasta que un niño añadió: “Sí, como cuando te dan un correazo, te duele por todo el cuerpo”. Todos asintieron pensativos, como si supieran bien de lo que hablaba. ¿A quién más le habrán dado un correazo?, me pregunté. Y eso mismo dije en voz alta. Bueno, pues todos levantaron la mano (vale, todos menos una), hasta la niña más callada de la clase dijo que le daban cuando se portaba mal. Que yo, sinceramente, pienso que no sabe portarse mal, pero en fin. Así que inicié un debate sobre el tema en la asamblea. Total para enterarme que casi todos hacía tiempo que habían probado el cuero. Sí señor, probar de catar, y el cuero de la correa de “mi papá” o “el amigo de mi mamá”. Eso les dio confianza para contarme más: que papá se había ido con la moza; que mamá estaba embarazada pero que papá se había enfadado y no se hablaban; que mi papá tomó trago ayer y se peleó en casa con un amigo que le rompió una botella en la cabeza… En fin, un montón de historias impresionantes, aunque no tanto como la de los correazos. ¿Qué podrán hacer unos niños de primero para que el castigo general sea “probar el cuero”?

viernes, 16 de octubre de 2009

TOP TEN DE BOCADILLOS RAROS

Bocadillos raros.
En estos pocos días que llevamos de clase he podido ver toda clase de relleno de bocadillos. No sé estos niños lo que comerán en casa, desde luego, si yo me comiera todo lo que ellos traen a las 11.30, al mediodía no podría probar bocado. Voy a hacer una lista, así por encima, para que veáis un ejemplo. Si luego alguno lo merece, lo añadiré, por supuesto.


TOP TEN DE BOCADILLOS RAROS:

10.- CHORIZO A LA BRASA CON PAN DE PUEBLO (lo gordo es que la niña tiene un solo diente de los ochos de delante, y las muelas no están muchos mejor, la pobre estuvo todo el recreo para comerse la mitad)

9.- SÁNDWICH DE TORTILLA DE PATATAS. (el pan, con el aceite, se desmigajó y el niño comió migas ruleras). Está a la par del bocadillo de ENSALADILLA RUSA.
8.- HAMBURGUESA CON KÉTCHUP (el niño traía el refresco y todo)
7.- LOMO ASADO CON MAYONESA (lo raro no es el bocadillo, lo raro es que se lo traiga al colegio. Y la pregunta es ¿cuándo se lo ha hecho la madre? Porque yo, por las mañanas, no sacaría la sartén ni loca)
6.- MORTADELA ASADA, sí señor, tres rodajones gordos de mortadela a la plancha.
5.- SALCHICHA ASADA CON SALCHICHÓN (que sólo pegan por ser da la familia de palabras porque…)
4.- EL DESAYUNO MÁS COMPLETO: bocadillo + pera + batido + dulce. (Todo para una niña que pesará unos quince kilos, como mucho, vamos)
3.- UNA COSA NEGRA que no quise investigar. No sé si era morcilla, hígado, chocolate… Preferí no saberlo.
2.- MORTADELA CON HUEVO FRITO (puajjj)
1.- BOCADILLO DE NADA (La niña trae el bollo sin abrir siquiera, vacío totalmente, y cada día. ¡Habrá poco fuste!)

miércoles, 14 de octubre de 2009

8

CÁRITAS
Un nombre que nos suena a pobres, a Iglesia y a colaboración. Nunca me había parado a pensar qué más era o podría ser. Pero el viernes conocí a una chica que, con su entrega y su bondad, me abrió los ojos y pude ver más claro. Y resulta que Cáritas no es sólo pobres, Iglesia y colaboración. Es altruismo, tolerancia, solidaridad, respeto, y conciliación (pero de la buena, no de la de quedar bien en la tele). Y también es dar un poco, o un mucho, de ti mismo para ayudar a los demás. Es recoger a los hijos de los trabajadores a las cinco y media de la mañana para que sus padres puedan irse al campo; es acostarlos hasta las ocho y volver a levantarlos, asearlos y luego llevarlos al colegio en tu propio coche. Es recogerlos a las dos y hablar con los maestros porque sus padres no pueden. Es darles de comer y tenerlos hasta las siete de la tarde. Es conocer sus problemas y querer a esos niños, querer ayudarlos para que vayan un poco más allá. Y seguro que son muchísimas más cosas que todavía no he visto, pero que estoy dispuesta a aprender. Porque los maestros también aprendemos, de los padres, de los niños y, en este caso, de los voluntarios de Cáritas.
Por eso el otro día una compañera me preguntó si quería un décimo de Cáritas, y sólo se me ocurrió decirle: SÍ, POR FAVOR.